Un informe de Amnistía Internacional acusa a Hungría de permitir que la policía abuse de los refugiados y complicar excesivamente el proceso de asilo. Señalan que se está incitando a la xenofobia y que las medidas que introdujo el gobierno en julio están "claramente diseñadas" para evitar que los refugiados pidan asilo. "Orbán ha sustituido el Estado de derecho por el Estado del miedo" dijo Dalhuisen, director de AI Europa. "El pésimo tratamiento y los procedimientos de asilo laberínticos son un plan cínico para disuadir a los solicitantes de cruzar estas fronteras cada vez más militarizadas.