La canciller alemana Angela Merkel desvelará pronto un nuevo plan para aumentar las deportaciones de personas con la solicitud de asilo denegada. El plan da a las autoridades acceso a los teléfonos y a las tarjetas SIM de los solicitantes de asilo para verificar su identidad y aumenta lo que se paga a los retornados voluntarios. La inmigración es un tema polémico en Alemania y la presión sobre Merkel se ha redoblado desde el ataque de diciembre protagonizado por un solicitante de asilo. El año pasado hubo cerca de 25.000 deportados de Alemania y más del doble dejaron el país voluntariamente.