El 18 de marzo, el Tribunal Supremo neerlandés dictaminó que los contribuyentes no pueden acogerse a la exención de impuestos que se aplica al rey. El denunciante alegó que tenía derecho a ello, entre otras cosas, por el Artículo 14 del CEDH. Pero se le denegó, alegando que en el caso del rey, según el Artículo 40 de la Constitución, la asignación que recibe se supone que es neta, que está exenta de impuestos y que debe cubrir los gastos necesarios o convenientes para el desempeño adecuado de su función como monarca. Esta exención no se aplica a los ingresos o poder particulares.