En la conferencia "No he parado desde la mañana", que tuvo lugar la víspera de la celebración del 1 de mayo, activistas y feministas trajeron una cuestión "olvidada" al centro del debate sobre las luchas de las mujeres y los trabajadores: el trabajo del hogar no remunerado. Estas actividades reproductivas, que sostienen la vida, como el mantenimiento del hogar, el parto y la crianza de los niños, el cuidado de los mayores y enfermos no se reconocen como trabajo y por ello se atribuyen a la supuesta naturaleza femenina, se desvalorizan y se consideran inproductivos.