La inclusión del un debate contra el aborto en la agenda del Festival de Derechos Humanos de Irlanda del Norte ha acabado en polémica. La presidenta de la organización del festival, Liz Nelson, ha dimitido para mostrar su desacuerdo, pues señala que el debate fomentará la criminalización de la mujer. Both Lives Matter, la organización que quería añadir la sesión argumentó que "eliminar el debate va en contra de derechos humanos tan básicos como la libertad de pensamiento, conciencia y expresión". En Irlanda del Norte, el aborto solo está permitido si la vida de la mujer está en riesgo.