Tras una ajustada votación en las Naciones Unidas, se permitirá que el experto de la ONU para tratar la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, continúe con su trabajo. La votación se produjo porque 850 ONG de 156 países instaron a los países miembros a que se posicionaran respecto a que los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB) son derechos humanos. La votación rechazó el texto presentado por los países africanos que pretendían detener el trabajo del experto hasta que la ONU debatiera la "base legal" de sus competencias.