Tecnología y Derechos

En los hospitales polacos los pacientes no tienen acceso a una terapia eficaz contra el dolor

Mejorar el aceso a una terapia eficaz contra el dolor y a un mejor sistema de control de calidad en las instalaciones sanitarias es una necesidad urgente en Polonia, uno de los países con el nivel más bajo de uso de opiáceos en hospitales.

by Polish Helsinki Foundation for Human Rights
Image: Frankieleon - Flickr/CC content

De acuerdo a un reciente estudio de la Helsinki Foundation for Human Rights, el acceso a un tratamiento eficaz contra el dolor solo está disponible en algunos hospitales polacos. El estudio encuestó a 16 hospitales regionales y 32 unidades de cirugía en hospitales de distrito en Polonia sobre sus procedimientos de gestión del dolor. Las respuestas de 15 de estas instituciones muestran que solo algunos hospitales cuentan con una protocolo definido contra el dolor, y que no todos los hospitales controlan el número de pacientes que recibe opiáceos.

La Helsinki Foundation for Human Rights ha enviado una nueva carta al Ministerio de Salud (la organización ya interpeló al ministro en 2013) sobre la mejora del acceso a terapias contra el dolor en los hospitales estatales. El ministro llevó a cabo algunos avances para mejorar los procedimientos de tratamiento contra el dolor en los hospitales en 2014, pero hacen falta más medidas. En junio 2014, la HFHR envió una serie de cartas a asesores sanitarios estatales y regionales, instándoles a que tomaran medidas para mejorar el acceso eficaz a terapias contra el dolor, incluido los tratamientos con opiáceos.

De acuerdo a la HFHR, además de actividades educativas, es necesario también implementar un sistema de control de gestión del dolor. La organización también ha preguntado al ministro sobre las medidas que han implementado recientemente para introducir un mecanismo de control de calidad eficaz para esta terapia.

"Desde el punto de vista de una organización dedicada a los derechos humanos, el acceso adecuado a la salud, incluido las terapias contra el dolor, es un pilar fundamental que debe ser implementado por el Estado como parte de su obligación de garantizar los derechos y libertades fundamentales. Si el Estado no proporciona un sistema efectivo de tratamiento contra el dolor, está incumpliendo sus obligaciones bajo, entre otras, la Convención Europea de Derechos Humanos (ECHR), en concreto el Artículo 3, que prohíbe la tortura y el tratamiento inhumano y degradante", dicta la carta al ministro.

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