El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aceptó el sábado el Premio Nobel de la Paz y aprovechó su discurso para instar al mundo a que se "replantee" la guerra contra las drogas. Afirmó que la política de tolerancia cero podría ser "aún más perjudicial" que todas las otras guerras que se están librando en el mundo, que "es hora de cambiar nuestra estrategia" sobre las drogas, y que Colombia había "pagado el mayor costo en muertes y sacrificios" en esta guerra. Una guerra civil de medio siglo que ha matado a 220.000 personas y dejado cerca de 8 millones de desplazados.