La primera ministra polaca, Beata Szydło dice que no ve ninguna posibilidad de acoger refugiados por el momento. La postura del gobierno no sólo no es compatible con las obligaciones de Polonia de la UE, sino que también muestra de manera explícita su rechazo hacia el programa de cuotas de los refugiados. La asociación de ataques terroristas con los refugiados es un acto de populismo, ya que todos los años llegan miles de solicitudes de asilo a Polonia, muchas de Siria, Irak y Afganistán. Hasta el momento, no ha supuesto ninguna consecuencia negativas para el país.