Está previsto que el Parlamento sueco apruebe hoy 21 de junio de 2016 una nueva ley de asilo más restrictiva, que preocupa a los activistas de derechos humanos porque podría afectar al bienestar de los niños migrantes y mermar sus oportunidades de integración efectiva en la sociedad sueca. La nueva norma suspenderá temporalmente algunos derechos que están hoy protegidos por la ley de asilo sueca. "Suecia no debe sacrificar el bienestar de los niños vulnerables en un esfuerzo por hacer que el país sea menos atractivo para los solicitantes de asilo", señala Rebecca Riddell de Human Rights Watch.