Según Human Rights Watch (HRW), niños no acompañados de solo 12 años llevan semanas hacinados en malas condiciones en el centro de registro de migrantes de Pozzallo (Sicilia), un hotspot donde se criba a solicitantes de asilo en la UE. El centro se diseñó para estancias cortas, pero muchos se quedan más de un mes. El hacinamiento crónico hace que los niños deban dormir en literas o en colchones en el suelo junto a adultos a los que no conocen. "Pozzallo no es lugar para un niño, y mucho menos durante tanto tiempo", dice Judith Sunderland, directora asociada para Europa y Asia central de HRW.