El Parlamento rumano aprobó el martes por unanimidad la supresión del decreto que debilitaba las medidas anticorrupción. La votación llega tras las protestas masivas que recorren el país desde el 31 de enero. El Primer Ministro, Sorin Grindeanu, ante las presiones en el país y las críticas de los organismos internacionales, retiró el decreto el 5 de febrero. A pesar de ello, las protestas contra un gobierno que muchos consideran corrupto han continuado. Grindeanu comentó esta semana en Bruselas: "La cara cívica de nuestra sociedad reaccionó ante este tema. Es algo muy bueno para el país".