El Parlamento italiano aprobó finalmente el 8 de junio una ley que penaliza la negación del Holocausto. La disposición en sí es parte de una ley antirracista que castiga también la incitación al odio racial y los crímenes contra la humanidad. Quienes sean considerados culpables de negacionismo podrían enfrentarse a penas de entre dos y seis años de prisión. Francia, Alemania y Bélgica, entre otros miembros de la Unión Europea, también consideran la negación del Holocausto como delito.