Casi todos los niños refugiados que viajan de África a Europa lo hacen solos, dice Unicef. De los aproximadamente 7500 menores que han intentado la travesía en lo que va de año, alrededor de un 92% no están acompañados. Muchos caen presa de los contrabandistas, que los obligan a trabajar antes del viaje, mientras que otros son víctimas de explotación sexual. "Si intentas escaparte, te disparan y mueres. Si dejas de trabajar, te pegan. Era exactamente como la trata de esclavos" , cuenta un adolescente gambiano de 16 años que fue obligado a trabajar en una granja en Libia.