Empleados del Centro de Formación Especial Fenix, una empresa de seguridad, detuvieron ilegalmente a un ciudadano sirio en Zgorzelec en febrero de 2016, juzgando ilegal su estancia en Polonia, aunque la guardia de fronteras confirmó posteriormente su estatus legal. En respuesta al incidente, la Fundación Helsinki para los Derechos Humanos pidió que el Ministerio del Interior investigara si la empresa utilizaba correctamente su licencia para proteger a las personas y los bienes, a resultas de lo cual se descubrió que Fenix carecía totalmente de licencia para realizar este trabajo en Polonia.