La Fundación Helsinki para los Derechos Humanos ha enviado una carta al ministro del Interior polaco sobre la denegación ilegal de la entrada a extranjeros que buscan protección internacional en Polonia (en particular tayikos y chechenos). Esta práctica, que también practican Hungría, Bulgaria y Macedonia, es un ejemplo de la política infame de expulsar de Europa a personas que buscan protección. Resulta indignante que Polonia, cuyos ciudadanos han buscado refugio en muchos momentos de la historia, ahora se niegue a proteger a personas que sufren una represión similar de sus gobiernos.