La Comisión Europea publicó el 11 de abril su "Marcador de Justicia" anual, e Italia no ha quedado muy bien, está por detrás de otros países europeos en cuestiones fundamentales como la duración de los juicios y la independencia de los fiscales. De hecho, a pesar de ciertas mejoras, los procedimientos civiles, criminales y administrativos son todavía demasiado largos: en 2014 el tiempo medio de espera para un juicio de primera instancia era de 500 días. Además, la mayor parte de los ciudadanos tiene una opinión negativa de los fiscales, piensan que no son independientes.