La asociación italiana Antigone presentó su informe anual sobre las condiciones de detención en el país: el sistema de prisiones está mejorando bastante pero todavía hacen falta más cambios.
Associazione Antigone lleva defendiendo los derechos de las personas presas desde hace 25 años. Tiene autorización para entrar en todas las cárceles de Italia a través del Observatorio de prisiones y cada año presenta un informe exhaustivo de las condiciones de vida dentro de las cárceles italianas.
El informe de 2016 se presentó el 15 de abril en una rueda de prensa a la que acudió el ministro de Justicia, Andrea Orlando, que hizo una serie de observaciones sobre el informe y anunció los siguientes pasos que se tomarán bajo la actual reforma del sistema penitenciario.
El informe señala las mejoras realizadas en el último año pero también las áreas donde todavía hacen falta muchas mejoras.
Reducir el hacinamiento
La principal mejora es la reducción del hacinamiento. En siete años, el número de personas internadas ha bajado significativamente (de hasta 14.763 personas), esto se explica por el uso de formas alternativas de detención, entre las que la reincidencia casi no se da.
El informe también destaca el aumento de las medidas “messa alla prova”, que evitaron el encarcelamiento de 7.818 personas que cometieron delitos que no suponen ningún peligro.
Otra buena noticia es la implementación de "celdas de régimen abierto": el 95% de los internos en condiciones de seguridad media puede pasar hasta 8 horas al día fuera de sus celdas.
Antigone también ha acogido muy favorablemente el esperadísimo Mecanismo Preventivo Nacional, y la figura del Defensor de los Derechos de Presos, que va a ser asumido por Mauro Palma.
Todavía hacen falta cambios
A pesar de estas mejoras, hay cambios urgentes que hace falta llevar a cabo cuanto antes. El informe aplaude la reducción del hacinamiento pero señala que este sigue siendo un problema actual en algunas cárceles, en algunos casos, como el de Latina, es todavía muy grave. El informe también ha constatado que 9.000 presos viven todavía por debajo de los estándares europeos.
La tasa de detención preventiva es demasiado alta, debido a que el sistema judicial italiano es muy lento, un tercio de los presos no han sido juzgados y esta cifra empeora si se trata de extranjeros.
Otro punto señalado en el informe es el problema de los antiguos hospitales psiquiátrico penitenciario: deberían haber cerrado todos en marzo de 2015, pero todavía hay seis que siguen funcionando. También resulta preocupante el uso de sistemas de sujeción en las unidades de psiquiatría de las cárceles normales.
Finalmente, uno de los problemas fundamentales es la mala asignación de recursos por parte de las instituciones penitenciarias, que solo gasta el 8% del presupuesto para cubrir las necesidades de los presos, mientras que el 80% se destinan a cubrir los salarios y otros gastos del personal.
Muertes misteriosas
La penalización de las drogas cuesta hasta mil millones de euros al año, esta cifra se podría ahorrar simplemente despenalizando su uso.
La abogada de Antigone, Simona Filippi también ha recordado al público que muchos de los casos de muerte por violencia en prisión todavía no han sido aclarados, como en el caso de Stefano Borriello, Alfredo Liotta y muchos otros.
¿Entonces qué? Se ha hecho mucho, pero todavía falta mucho para garantizar que se cumplen íntegramente los derechos de los presos.
Dossier de prensa (en italiano) del informe disponible aquí.