El año pasado, la ONU realizó su segunda revisión de la situación de los derechos humanos en Lituania. Ahora, tras haber recibido más de 150 recomendaciones, el gobierno tiene hasta marzo para responder con las sugerencias que va a implementar.

A pesard e que Lituania recibió elogios por su compromiso con la igualdad de género y sus esfuerzos para combatir la violencia doméstica, el gobierno lituano también recibió bastantes críticas por su reticencia a luchar contra la intolerancia hacia determinados grupos sociales.

La violencia se sigue justificando

La comunidad internacional hizo un llamamiento al gobierno para que mejore la situación de los niños, fortalezca su apoyo a la Oficina del Defensor de los derechos de los niños, prohiba explícitamente por ley los castigos físicos y aborde el problema del suicidio entre los jóvenes.

Tras analizar las recomendaciones presentadas por la ONU, Birutė Sabatauskaitė, directora del Centro Lituano de Derechos Humanos (LCHR), afirmó que la posición del Estado sobre la violencia debe ser extremadamente clara e indivisible.

"No paramos de escuchar casos de violencia contra los niños y, a menudo, incluso intentos de justificarla. Por ejemplo, salió una noticia en la prensa sobre un padrastro que expulsó a su hijo de ocho años de casa. La policía logró encontrar al niño, y hubo responsables públicos que alegaron que era un niño con problemas. Es un intento impensable de culpar al menor de un delito del que él mismo fue víctima", afirma Sabatauskaitė.

Buen parte de las recomendaciones a Lituania derivadas del Examen Periódico Universal de la ONU son críticas a las políticas del Estado hacia la igualdad de género y la violencia doméstica.

Se instó a Lituania a que ratifique la Convención de Estambul, que siga luchando contra la violencia doméstica y que garantice la igual salarial.

Los miembros de Naciones Unidas también le llamaron la atención sobre el hecho de que, hasta ahora, la violencia sexual dentro del matrimonio no figura expresamente como un delito.

Discriminación polifacética

La mayoría de las recomendaciones instan a fortalecerlos mecanismos para reducir la discriminación y combatir el odio de manera más eficiente. No solo es necesario que se adopten nuevas leyes, sino también garantizar que funcionen correctamente. Algunos países aconsejaron a Lituania que reforzara y aumentara la financiación de la Oficina del Defensor de Igualdad.

"En casi cada conferencia a la que asisto, las personas que trabajan con refugiados o extranjeros señalan que no logran encontrarles vivienda. Tan pronto como revelan la identidad de los posibles inquilinos, los propietarios cuelgan el teléfono o simplemente declaran que no están interesados. También hemos escuchado casos de mujeres atacadas en Rukla por locales que trataron de quitarles el velo", dijo el jefe LCHR.

Las personas LGTB siguen siendo uno de los grupos más vulnerables del país. Los Estados miembros de la ONU instaron a Lituania a que modifique las disposiciones de la Ley de protección de los menores del efecto perjudicial de la información pública, que hasta ahora solo se han aplicado a la información difundida por la comunidad LGBT. Los intentos de reducir la definición de "familia" y el hecho de que todavía no existe ningún tipo de reconocimiento legal de las personas transgénero también fueron objeto de críticas.

A pesar de que Lituania ratificó la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad, no se consultó a las personas con discapacidad ni a las organizaciones que representan sus intereses a la hora de elaborar los términos en los que se iba a aplicar. Lituania debe centrarse más en la accesibilidad y la educación inclusiva, y prestar más atención a las personas con discapacidad mental.

Integración

La situación de las minorías étnicas también suscitó críticas. Se instó al país a que resuelva su marco jurídico, permita el uso de lenguas nativas y siga trabajando por integrar a las personas romanís. Es importante que los grupos étnicos participen en la toma de decisiones que les afectan. Asimismo, dado que la cuestión de los refugiados en Lituania cada vez es más importante, es preciso empezar a pensar cómo lograr una integración plena.

La comunidad internacional observó que los delitos de odio seguían sin investigarse de forma adecuada y el discurso de odio no se considera un delito grave. Los Estados miembros de la ONU propusieron que se tomen medidas para garantizar que las investigaciones sean efectivas y que se castigue efectivamente a los culpables.

Fuente: manoteises.lt