Decenas de miles de rumanos desafiaron el frío y volvieron a las calles de Bucarest la pasada noche, el decimotercer día de protestas masivas en la capital. Los manifestantes pidieron la dimisión del gobierno a raíz del intento de los parlamentarios de diluir la legislación anticorrupción. Los cánticos de "¡ladrones! ¡Dimitid!", salpicaron la glacial noche del domingo, mientras los 50.000 manifestantes utilizaban las luces de sus móviles para proyectar los colores azul, amarillo y rojo de la bandera rumana.