Cerca de 300 desminadores de toda Croacia se concentraron en la plaza de Ban Jelačić en Zagreb para llamar la atención sobre sus alarmantes condiciones de trabajo. Muchos han perdido su trabajo y los que siguen, trabajan bajo unas condiciones salariales surrealistamente bajas, como resultado de unas sentencias judiciales equivocadas que han llevado al colapso de esta actividad. Además, la incertidumbre, el miedo a perder su empleo y la enorme carga mental han llevado a que aumenten los accidentes de minas.