Tecnología y Derechos

Una pesadilla de parto en la República Checa

Lo único que quería la madre era dar a luz de forma segura y sin preocupaciones, pero el parto que tuvo le ha dejado con estrés postraumático.

by The League of Human Rights
(Image: Kelly DeConnick - Flickr/CC content)

Stella dio a luz a una niña en la maternidad de Neratovice. Deseaba un parto seguro, con profesionales empáticos y la máxima consideración hacia su bebé. Pero fue una completa pesadilla.

Nada más llegar al hospital, le pidieron que firmara un documento de varias páginas titulado "Gestionar un parto". Como Stella ya estaba de parto y no se podía concentrar en leer el texto, le pidió al personal que le explicara su contenido. Lo único que le respondieron fue que era "un consentimiento de parto".

Como no comprendía de qué se trataba, ni se le permitía leer el documento tranquilamente, decidió no firmarlo, ´razón por la cuál le colocaron la etiqueta de de "problemática".

Los deseos de la madre ignorados

Cuando llegó al hospital, Stella le contó al personal médico su plan de parto, pero la ignoraron completamente. A su compañero que estaba presente, el padre del bebé, le dijeron que sus peticiones, totalmente legítimas, no se podían cumplir, pero no se les dio ninguna explicación. En contra de los deseos de Stella, se produjeron las siguientes intervenciones:

  • Usaron oxitocina, le colocaron en una postura incómoda e inadecuada, tendida sobre la espalda con las piernas en unas asas y le realizaron episiotomías (a pesar de expresar de que expresó su desacuerdo); no se procesó la placenta como suplemento nutricional (cápsula), y se invadió su intimidad (pasaron de 5 a 6 personas por la sala durante el parto).
  • El personal realizó varias intervenciones sobre el cuerpo del bebé sin explicación alguna y explícitamente en contra de la voluntad de ambos progenitores, por ejemplo: cortaron el cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento, sin esperar a que parara el pulso del cordón, y permitiera la beneficiosa transfusión de sangre y hierro entre la madre y la bebé.
  • El médico encargado denegó atención ambulatoria después del parto, incluso después de una consulta telefónica en la que la recién nacida fue atendida obligatoriamente por su pediatra.

Estrés postraumático

El parto se convirtió en una experiencia aterradora para Stella y su compañero, con la que la familia lleva lidiando hasta el día de hoy. En el primer año después del parto, Stella tuvo que recurrir a ayuda psicoterapéutica, pues sufrió estrés postraumático a causa del parto.

A pesar de ello, ha decidido denunciar ese trato. Puso una denuncia, junto con la Liga Checa de Derechos Humanos, por el tratamiento que recibió durante todo el proceso. Cuando el hospital rechazó la denuncia, inciaron un juicio contra el hospital. Gracias a los esfuerzos de Stella, esperamos que otras madres no tengan que pasar por una pesadilla similar en un hospital checo.


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