En el centro penitenciario de San Michele en Alessandria, un nuevo programa ofrece a 300 presos la oportunidad de cultivar sus propias frutas y verduras en el terreno que rodea la cárcel, ahora utilizado para el cultivo de productos orgánicos. Una forma de buenísima de realizar actividades de formación para los internos, abriéndoles la posibilidad de trabajar en el sector agrícola cuando salgan. Es muy importante dotar de sentido al tiempo en prisión, y este programa permite que los presos se reinventen, se hagan agricultores, apicultores o panaderos. ¡Una iniciativa a difundir!