Dos asociaciones, ASBL Inclusion y FIDH, han presentado una queja colectiva a la Comisión Europea de Derechos Sociales contra Bélgica para obligar al país a cumplir con los requisitos de la Carta social revisada, que el país ratificó en 2004. Las asociaciones creen que Bélgica no está haciendo suficientes esfuerzos para promover la educación incluyente de niños y niñas con discapacidad intelectual. Conseguir que se integre a sus hijos y recibir el apoyo necesario para que esa integración sea positiva suele suponer una batalla a contracorriente para los progenitores de estos niños y niñas.