Tras el reciente aumento fuerte de muertes por consumo de sustancias ilegales, se ha declarado una emergencia de salud pública en Inglaterra y Gales, pues o se toman medidas drásticas para resolver una política de drogas fallida o seguramente sigan ascendiendo . En los últimos 4 años, las muertes por drogas han aumentado casi un 66%, y las relacionadas con opiáceos un 107%. En el informe del mes pasado de la Salud Pública se atribuyó a varios factores, entre otros, el aumento en la edad y fragilidad de los consumidores y la disponibilidad de opiáceos y variaciones de su pureza en la calle.