Los gobiernos de Francia y Alemania proponen normas que permitirán la deportación de solicitantes de asilo antes de que se estudie su caso, así como la posibilidad de considerar regiones en lugar de países a la hora de identificar lugares de "devolución segura". Estas normas sólo se aplicarán en momentos de "afluencia masiva" de personas hacia la UE. En la actualidad, las normas de la UE permiten devolver inmigrantes económicos, pero los países de devolución deben cumplir determinadas condiciones y una persona tiene derecho a permanecer en Europa mientras se resuelve su solicitud de asilo.