Según el Ministerio de Interior, en 2016, hubo una media de 10 ataques al día contra inmigrantes. 560 personas resultaron heridas, entre ellas, 43 niños. 3/4 de los ataques iban dirigidos contra inmigrantes fuera de su alojamiento, pero casi 1.000 de ellos se produjeron contra viviendas. La decisión de Angela Merkel de abrir las fronteras alemanas a personas que huyen del conflicto en Siria y en otros lugares ha producido un aumento de los delitos xenófobos, aunque el número de solicitantes de asilo que ha llegado a Alemania en 2016 se redujo en 600.000 en comparación con el año anterior.