El pasado sábado, 160.000 personas se manifestaron en Barcelona exigiendo que el gobierno permita la acogida de más refugiados sirios y de otros países golpeados por la crisis. Los manifestantes reclamaron que, pese a su promesa de acoger a 17.000 refugiados en el país en 2015, el gobierno central sólo aceptó 1.100 refugiados. El recorrido les llevó desde el centro de Barcelona hasta la playa mediterránea, un lugar de llegada muy simbólico si tenemos en cuenta que se calcula que 5.000 refugiados murieron en el mar Mediterráneo el año pasado.