Tras las elecciones parlamentarias de 2014, el Tribunal Constitucional húngaro emitió una sentencia inaceptable: el derecho al voto por correo quedaría reservado a los ciudadanos sin residencia en Hungría. Esta decisión, según la Hungarian Civil Liberties Union, constituye una discriminación injustificada. El tribunal declaró que obligar a que los ciudadanos con residencia en Hungría voten solo presencialmente no supone ninguna discriminación, mientras que sus conciudadanos con residencia fuera, entre los cuales muchos no han pisado nunca el país, pueden emitir sus votos por correo.