En Hungría hay voluntarios trabajando tanto con organizaciones grandes como otras más pequeñas y locales, además de grupos activistas que tratan de ayudar a los refugiados en distintos países de Europa.
Además de la solidaridad hacia los refugiados y la rabia hacia las élites políticas incapaces de resolver nada, muchos de ellos también están motivados por la curiosidad, la necesidad de aprender y de comprender lo que está pasando de verdad y un cierto espíritu de aventura.
Algunos de ellos ya llevan años realizando algún tipo de trabajo voluntario, pero otros decidieron involucrarse al ver ante sus ojos la situación tan deprimente que se está dando. Lo que une a la mayoría de los voluntarios y lo que hace que los grupos funcionen bien es su resistencia y proactividad.