Tres partidos cristianos y el partido de derecha VVD defienden la prohibición de grupos antidemocráticos en el parlamento. Quieren cambiar la constitución para evitar que grupos como el EI destruyan la democracia en un futuro. "Es curioso que la ley permita prohibir un partido que defiende la pedofilia, pero no uno que propugna acabar con la democracia", declaró el diputado demócrata cristiano Pieter Heerma. El Partido del Trabajo, en el gobierno, se opone a la prohibición. "Siempre habrá personas con ideologías extremistas y la solución no es prohibirlas", afirmó el diputado Martijn van Dam.