La primera ministra polaca, Beata Szydło, ha presentado los planes para un nuevo departamento de sociedad civil que centralice la financiación estatal y "ponga orden en el sector de las ONG". Esto ha indignado a las organizaciones de derechos humanos que advierten que estas propuestas permitirán que los ministerios presionen a las ONG críticas con el gobierno. "El dinero público es la principal fuente de financiación de muchas ONG, así que si el gobierno las puede presionar económicamente para lograr sus objetivos", dijo Dorota Pudzianowska, de la Fundación Helsinki de Derechos Humanos.