Tras un año de conversaciones, el gobierno neerlandés y las autoridades municipales, no alcanzan un acuerdo para proporcionar comida y techo a las personas a las que se les ha denegado el asilo. El tema, conocido como 'cama, baño y pan' en los Países Bajos, es polémico: el primer ministro y muchos votantes, están a favor de deportar a los solicitantes de asilo rechazados pero las autoridades municipales y otros dicen que deben proporcionar algún tipo de apoyo y no dejar que los migrantes mueran en las calles. No se espera una solución a esta situación antes de las elecciones en marzo.