La primera narcosala de Francia (un lugar donde los consumidores de droga pueden inyectarse bajo supervisión médica) abrió sus puertas el martes en un hospital en París. Se podrán cambiar drogas duras como heroína o crack por sustitutos y obtener jeringuillas esterilizadas. Los críticos dicen que alentará el consumo, pero los activistas que trabajan cuestiones de drogas señalan que estos lugares ponen en contacto a los consumidores de drogas - a menudo pobres, marginalizados y enfermos- con profesionales que les pueden ayudar, además reducen los riesgos de las drogas contaminadas de la calle.