Un tribunal de Varsovia ha emitido una sentencia sobre boicot de una conocida cerveza, alega que tirar la cerveza en las calles y la decisión de un bar de dejar de venderla, no puede considerarse boicot ideológico a la marca. La acción es una respuesta a los comentarios homófobos publicados en Facebook del director de la compañía. Según la sentencia, los activistas realizaron prácticas comerciales desleales al organizar el boicot pues no atendía a un objetivo social y los organizadores deben pagar 5.000 eslotis (unos 1.180 euros) para proyectos sociales y publicar una disculpa en Facebook.