Tecnología y Derechos

#ToObeyOrNotToObey: Denunciantes - ¿debemos proteger a quienes infringen la ley?

Los denunciantes denuncian públicamente las actividades de una empresa, ministerio u otra organización que consideran ilegales o claramente poco éticas.

by Orsolya Reich

Existen distinto tipo de irregularidades que un denunciante (o whistleblower) expone públicamente, puede ser una amenaza al interés público o a la seguridad nacional, fraude, corrupción, un uso indebido de datos personales, el uso ilícito de información privada o una malversación de fondos. Debido a estas denuncias de conductas ilícitas, se quedan en una situación vulnerable y expuestos a las represalias de sus empleadores. Pueden perder su trabajo, sufrir el acoso de sus jefes o ser denunciados.

¿Hasta dónde va a llegar la Comisión?

Para hacer pública una conducta ilegal o poco ética, los denunciantes a menudo (¡pero no siempre!) tienen que violar alguna ley: descargan información de bases de datos a las que supuestamente no tienen acceso, hacen grabaciones ilegales, filtran información altamente confidencial, etc., lo que conlleva consecuencias legales y el riesgo a ser procesados penalmente.

La Comisión Europea celebró recientemente una consulta pública sobre la protección de los denunciantes y llegó a la conclusión de que cuando se denuncia o divulga una actuación u omisión ilegal, se pueden evitar daños al interés público. Basándose en esta premisa de la naturaleza beneficiosa de la denuncia de irregularidades, la Comisión tiene previsto reforzar la protección de los denunciantes. Ahora, la pregunta es: ¿hasta dónde? ¿Protegerá a los denunciantes únicamente de las represalias en su lugar de trabajo o la protección será mayor?

Las leyes deben tener mayor alcance

Es importante señalar que las leyes vigentes protegen a los denunciantes que respetan la ley únicamente de la victimización en sus respectivos lugares de trabajo, y no esto se aplica a los casos en los que para realizar su denuncia, los denunciantes tienen que violar la ley. Liberties cree que debería protegerles en estos casos también, que la ley debe aclarar explícitamente que no se puede penalizar a los denunciantes por sus actos ilegales cuando se cumplen dos condiciones importantes. La primera es que el denunciante revela una información desconocida para la sociedad, que solo podía revelarse infringiendo la ley. La segunda es que el daño causado por la infracción de la ley sea proporcional al beneficio resultante para el bien público.

Defendemos firmemente que los denunciantes deben estar protegidos cuando infringen la ley, pero solo en ciertas circunstancias, pues no se trata de un caso de delincuencia. Los delincuentes comunes incumplen las leyes para su propio interés, para mejorar su propio bienestar. Mientras que los denunciantes infringen la ley para ponerse al servicio del interés público, generalmente arriesgando su salario, su libertad y su salud psicológica. Debemos alentarles a que tomen este paso, pero para ello es preciso que las leyes les protejan. Actualmente, estas denuncias no se dan suficientemente debido que la legislación existente no protege a los denunciantes o no deja claro cuándo recibirán la protección.

Acerca de infringir la ley

Quizá algún lector se sienta algo incómo con esta postura, pues no esté de acuerdo con que se infrinja la ley. Además, algunos de estos denunciantes no solo se ponen en riesgo a sí mismos -están en su derecho de hacerlo- sino que también amenazan el interés público. Al fin y al cabo, parte de la información que filtran es confidencial por algo. Filtrar este tipo de información puede poner en peligro la seguridad nacional o los intereses económicos del Estado. Puedes pensar que no podemos confiar en que los denunciantes sepan valorar necesariamente si el interés colectivo que están defendiendo es lo suficientemente importante como para justificar el incumplimiento de la ley.

Quizá también le puede parecer a algún lector que los denunciantes violan la ley porque creen que su infracción está moralmente justificada, o piense que en ocasiones también él tendría justificación moral para infringir la ley, por ejemplo, porque le parece que una ley determinada (por ejemplo, una obligación de impuestos) es extremadamente injusta. Pero si decidiera no pagar impuestos directamente, ningún defensor de derechos humanos lucharía para protegerle de las consecuencias legales de sus acciones. ¿No es esto injusto? Y en cualquier caso, ¿es realmente una buena idea que Liberties anime a la gente, a los denunciantes potenciales, a infirngir las leyes como mejor les parezca?

Son preguntas verdaderamente importantes, pero es preciso tener un cuenta que pedir que los denunciantes tengan una protección más fuerte no es lo mismo que pedir que cualquier persona esté protegida de las consecuencias legales de sus acciones. Liberties sostiene que para poder gozar de protección como denunciante, se debe demostrar que lo que se hahecho es beneficioso para la sociedad. Un posible denunciante debe tener en cuenta, de todas formas, que siempre existe el riesgo de tener que enfrentarse a un proceso judicial. Pero crremos que hay situaciones extraordinarias en las que violar la ley puede estar justificado, aunque sean casos excepcionales. Por ejemplo, evitar la muerte de una persona al obtener ilegalmente datos acerca de la mala administración de un fondo de pensiones y filtrarlo antes de que la situación degenere, sería un caso de este tipo. En cambio, simplemente no estar de acuerdo con una ley consolidada y aceptada como el hecho de que todo el mundo debería pagar impuestos, no sería uno de estos casos.

Forma tu propia opinión

Está bien, quizá te sientas un poco ninguneado y con preguntas por resolver. Los defensores de derechos humanos de Liberties creen que las personas tienen el deber moral de obedecer las leyes y que la violación de la ley rara vez se justifica. Pero, ¿por qué tenemos el deber moral de obedecer las leyes? ¿Por qué estamos obligados a obedecer reglas que han establecido otras personas y con las que no estamos de acuerdo?

Puede que te sorprenda saber que ni entre los más grandes pensadores de nuestro tiempo existe acuerdo sobre por qué debemos obedecer la ley. En los siguientes artículos te presentamos una serie de teorías de distintos filósofos que analizan por qué deberíamos hacerlo. También analizaremos cómo se puede enfocar la cuestión de los denunciantes que no respetan la ley bajo estas teorías y en qué circunstancias contemplan que se puede justificar la infracción de la ley. No tienes por qué aceptar ninguna de estas teorías; aquí, lo único que pretendemos, es animarte a formar una opinión sobre el tema.

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