Tecnología y Derechos

Ante el aumento de las epidemias, una nueva herramienta de reducción de daños en las prisiones

Una nueva herramienta de monitorización ayudará a mejorar las condiciones de reclusión mediante la prevención y la lucha contra la propagación de enfermedades como el VIH y la hepatitis C.

by Pauline Couble
Con la ayuda de Antigone y otras seis organizaciones de derechos humanos, Harm Reduction International (HRI), la ONG líder en el campo de la reducción de daños, hizo una evaluación de las autoridades y mecanismos europeos encargados de la supervisión de las condiciones de detención.

Estos dispositivos, como los Mecanismos Nacionales de Prevención (MNP), existen y tienen atribuciones y experiencia para garantizar los derechos de los detenidos, según las conclusiones de la evaluación, pero siguen sin utilizar los poderes que les han sido dados para acercarse al tema de una manera sistemática y exhaustiva.

Para mejorar estas carencias de supervisión, HRI ha creado una nueva herramienta de seguimiento basada en estándares de salud pública y de derechos humanos comúnmente aceptados. Esta herramienta está diseñada para ayudar al mecanismo de vigilancia a producir recomendaciones adecuadas y eficaces para garantizar los derechos humanos de los detenidos, especialmente en el terreno de la salud.

La necesidad de un mejor seguimiento

Esta nueva herramienta tiene una doble importancia: se ocupa tanto de cuestiones de salud como de derechos humanos en un sentido más amplio. Las epidemias de VIH, hepatitis C (VHC) y tuberculosis constituyen emergencias de salud pública y una realidad en las prisiones, donde los índices de infección son mucho más altos que en el resto de la sociedad.

Por ejemplo, una de cada cuatro personas detenidas sufre VHC, mientras que la proporción es de una de cada 50 en el conjunto de la población europea.

Estas alarmantes cifras pueden ser explicadas por el ambiente de riesgo dentro de las prisiones: los grupos vulnerables y desfavorecidos, que son más propensos a contraer VIH, VHC o tuberculosis, sufren también una tendencia mucho mayor a ser encarcelados. Además, los consumidores de drogas son enviados a prisión, las cárceles están superpobladas y demasiado a menudo se les niega a los presos el acceso a los servicios de salud y reducción de daños .

Un preso mira por la ventana de la cárcel de Regina Coeli en Roma. En torno a un 25% de los presos italianos sufre hepatitis C. (REUTERS/Dario Pignatelli)

Por todas estas razones el VIH, VHC y las epidemias de tuberculosis constituyen un verdadero problema de salud penitenciaria que se extiende también más allá de los muros de las prisiones, debido al contacto de los detenidos con el personal de prisiones, los visitantes y finalmente sus propias comunidades cuando regresan a ellas.

Sin embargo, más allá del tema de la salud en sí, existe un dilema más amplio de derechos humanos que los Estados deben encarar: las personas no pierden sus derechos cuando están detenidas y deben tener acceso al más alto nivel disponible de salud.

Los Estados europeos tienen el deber de cuidar a las personas detenidas y proteger sus vidas, salud y bienestar.

Garantizar los derechos humanos

La herramienta del HRI debería mejorar el respeto a los derechos humanos de los detenidos al permitir que los mecanismos de vigilancia lleven a cabo su misión formulando recomendaciones más adecuadas. Un ejemplo de ello es asumir una postura explícita sobre la necesidad de establecer servicios de reducción de daños, tales como los programas de intercambio de agujas, que han sido recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y por el ONUSIDA.

Esta nueva herramienta tiene gran importancia debido a la falta de atención pública hacia las condiciones de vida en las cárceles.

Esa es la razón por la que autoridades como los MNP y el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura tienen que ser capaces de producir recomendaciones adecuadas y llevar a cabo debidamente sus misiones de vigilancia y protección de los derechos humanos, especialmente en relación con cuestiones de salud y epidemias mortales. Esta nueva herramienta les ayudará a hacerlo.

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