"¡No enviéis a los refugiados de vuelta Turquía!" declaró VluchtelingenWerk Nederland (Consejo Neerlandés para los Refugiados) a principios de abril en un llamamiento al primer ministro Mark Rutte y al secretario de Estado Klaas Dijkhoff.
"Una vez más vemos que Turquía devuelve a los sirios a la guerra, por lo que debemos dejar de trasladar a los refugiados de Grecia a Turquía", afirmó VluchtelingenWerk, respondiendo a las respuestas insatisfactorias del viceprimer ministro Lodewijk Asscher, en una rueda de prensa de principios de abril.
Que paren las devoluciones, e inicien investigaciones
En lugar de devolver a los refugiados primero y revisar el acuerdo después, debería hacerse exactamente lo contrario. Es por esto que VluchtelingenWerk ha instado al primer ministro Rutte y al secretario de Estado Dijkhoff a que garanticen el fin de las expulsiones.
Solo entonces se podrán analizar los hallazgos de Amnistía. Si se confirman los resultados de sus informes, esto significaría inevitablemente un fin precoz del Acuerdo UE-Turquía.
Turquía no es un país seguro
En una primera respuesta al acuerdo entre la UE y Turquía, VluchtelingenWerk afirmó que Turquía definitivamente no es un tercer país seguro, ya había empezado a detener a refugiados que habían sido devuelto, negándoles su estatus de refugiados.
También ya se había podido constatar con anterioridad que Turquía ha estado enviando a refugiados de vuelta a países inseguros como Afganistán, Irak o Siria. Estas devoluciones de refugiados a zonas de guerra, que sigue ocurriendo ahora después de que se hayan firmado acuerdos, parece que se dan en una escala mucho más grande de la que sospechaba VluchtelingenWerk en un principio.