Tecnología y Derechos

Estonia: una estudiante acusada de difamación por una provocador en la radio

El Centro de Derechos Humanos de Estonia apoya a una estudiante universitaria acusada de difamación por un locutor de radio provocador.

by Liina Rajaveer
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Katrina, una artista independiente y estudiante universitaria se puso en contacto con el Centro de Derechos Humanos de Estonia (EHRC por sus siglas en inglés) debido a la denuncia interpuesta contra ella por Alari Kivisaar, presentador de Raadio Sky Plus en Estonia, que le ha acusado de difamación.

El objetivo de la estudiante es que se protejan los derechos fundamentales de todas las personas

En junio, Katrina lanzó una petición pública para que Kivisaar fuera despedido de la radio, con el objetivo de proteger los derechos fundamentales de todos los ciudadanos y oponerse a la injusticia hacia las minorías. En la petición, Katrina citaba las declaraciones públicas de Kivisaar en su programa. Kivisaar afirma que había esperado una disculpa pública para evitar el litigio, pero no es cierto. La declaración de la denuncia, enviada a Katrina en junio indica que Kivisaar pide una indemnización de 75.000 euros y la eliminación del contenido supuestamente difamatorio.

El Centro de Derechos Humanos de Estonia presta apoyo jurídico

El Centro de Derechos Humanos de Estonia, en cooperación con la abogada Meris Velling, del bufete Liverte, ha decidido apoyar a Katrina en su juicio. Creemos que la libertad de expresión es también la libertad de defender los derechos de las minorías, de escribir cartas públicas, de crear peticiones o utilizar otros medios para denunciar declaraciones que van en contra de los derechos humanos.

"La libertad de expresión constituye uno de los cimientos de una sociedad que respeta los derechos humanos, al igual que el derecho a vivir una vida sin discriminación ni persecución", señaló Kelly Grossthal, director de litigios estratégicos de EHRC. "Creemos que defender este caso es importante desde una perspectiva de derechos humanos, ya que nos plantea a la sociedad la cuestión de cómo se relacionan el derecho a ejercer nuestra libertad de expresión y el derecho a proteger los derechos de las minorías", añadió.

La libertad de expresión no significa que la gente pueda decir lo que quiera

Apoyando a Katrina, EHRC defiende la libertad de expresión, que es un derecho constitucional de todos. La libertad de expresión es un derecho humano importante, que permite un intercambio libre de ideas, opiniones e información, para que las personas puedan formar su propia opinión sobre cuestiones importantes. La libertad de expresión no es absoluta, pero restringirla demasiado supone una amenaza para la democracia, pues compartir opiniones y recibir información son requisitos previos para el ejercicio de muchos otros derechos y libertades. Poder expresar opiniones es un derecho fundamental de todos, pero debe hacerse respetando los derechos de los demás. La difamación y la incitación al odio están prohibidas por ley en Estonia. Por ello, el objetivo más amplio de este litigio estratégico es también una mayor influencia social y la lucha por la libertad de expresión, que es un derecho constitucional.

Los casos estratégicos del Centro de Derechos Humanos de Estonia han llegado a los tribunales gracias a nuestros generosos donantes. La próxima demanda va a requerir mucho trabajo y será muy costosa, por lo que cada donación es importante. Por ello, queremos expresar nuestro profundo agardecimiento a todos los donantes habituales y a los amigos de los derechos humanos que han hecho pequeñas contribuciones individuales, porque ellos/as son quienes nos ayudan a apoyar la justa causa de Katrina y a defender la libertad de expresión y los derechos humanos.

El discurso público completo de Katrina (publicado el 30 de julio)

"Redacté la petición para llamar la atención sobre las declaraciones del locutor de Raadio SkyPlus. El objetivo principal y general de la misma era proteger los valores fundamentales de todos y no normalizar declaraciones calumniosas y degradantes. No es la primera vez que escuchaba comentarios similares en la radio y en los medios de comunicación, y teniendo en cuenta la situación en el mundo, permanecer en silencio frente a las últimas declaraciones de Kivisaa, no me parecía una opción.

En la petición figuraban las declaraciones denunciadas para que los firmantes sacaran sus propias conclusiones antes de firmar. El programa de radio en el que habían sido pronunicadas está disponible en la página web de Raadio SkyPlus y todo el mundo pudo escucharlas. Mi objetivo era evitar que los personajes públicos puedan hacer comentarios que infrinjan los derechos humanos sin asumir ninguna responsabilidad por sus declaraciones.

La libertad de expresión es un derecho fundamental de todos. No apoyo la difamación y no he querido atacar personalmente a nadie. Defiendo los valores en los que creo. Me han educado para defender los derechos humanos y para usar mi voz. Debe ser posible oponerse a la injusticia a través de iniciativas ciudadanas. Todos tenemos derecho a la libertad de expresión, a iniciar peticiones y a expresar nuestras opiniones en defensa de los derechos humanos. Sin embargo, esto significa que las personas son libres de hacer comentarios racistas o chovinistas en los medios de comunicación públicos y, lamentablemente, las declaraciones denunciadas en la petición no se ajustan en modo alguno a nuestros valores constitucionales.

En su comunicación, Kivisaar afirma que la única solución aceptable es que le pague 75.000 euros en daños y perjuicios y retire la petición. Como artista y estudiante, una reclamación por daños y perjuicios de esta cantidad es absolutamente inasumible para mí. A diferencia de la impresión que ha tratado de causar públicamente, Kivisaar no ha querido buscar ninguna otra solución a la situación, incluida una disculpa. No apoyo la difamación ni a las personas que insultan a otros de manera injustificada y despectiva, pero hay que hacer una distinción entre la difamación y el derecho de todos a defender los valores constitucionales y sociales en el contexto de una iniciativa ciudadana. Toda persona tiene derecho a condenar y frenar las declaraciones que amenazan los valores constitucionales y que se declaran colectivamente inapropiadas en nuestro espacio jurídico y cultural, entre ellas, las declaraciones racistas.

Alari Kivisaar ejerció su derecho a la expresión, pero parte de la libertad de expresión es también el derecho de los demás a expresar sus opiniones. El presentador de radio tiene una gran audiencia e influencia, por lo que es especialmente importante que las personas que respetan los derechos humanos también puedan dar a conocer sus opiniones al público y la petición era justamente eso.

He recurrido al Centro de Derechos Humanos de Estonia y a la abogada Meris Velling del bufete Liverte, para que me ayuden. Están dispuestos a apoyarme plenamente en la defensa de nuestros valores constitucionales y, si es preciso, también en los tribunales".

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