Tecnología y Derechos

'1, 2, 3, ¡Intégrate!' Bélgica tratará de forzar la integración de los migrantes

Un nuevo proyecto de ley pretende que la integración en la sociedad sea un nuevo requisito para obtener la residencia en el país. Pero integrarse solo a base de amenazas y sanciones es ridículo.

by David Morelli

"¡Luz roja! ¡Luz verde!" Todos recordamos el juego infantil. Un niño hace de "semáforo" y los demás niños forman una fila a unos 5 metros del semáforo. El semáforo se pone de espaldas a la fila de niños y dice: "¡luz verde!" En es momento, el resto de los niños se mueven hacia el semáforo. En cualquier momento, el semáforo puede gritar: "¡luz roja!" y darse la vuelta. Si pilla a alguno de los otros niños moviéndose cuando se da la vuelta, quedará eliminado.

En Bélgica este juego se conoce como "Un, dos, tres, ¡piano!" El mismo juego, las mismas reglas.Mientras el líder grita, "Un, dos, tres", los demás niños pueden adelantarse, cuando grita "¡Piano!" deben quedarse quietos totalmente.

El 23 de noviembre la Cámara de Representantes debatió una ley que pretende que el deseo de integrarse sea un nuevo requisito para obtener la residencia en el país. Este proyecto de ley es bastante parecido al juego de niños. ¿Por qué no lo llamamos "1, 2, 3, ¡Intégrate!?"

No hay otra opción que jugar al 'juego'

¿Qué inplica esta ley? Los recién llegados tienen que firmar una Declaración de integración, por la cual certifican que comprenden los valores y las normas fundamentales de la sociedad belga y que las cumplirán.

Hasta cierto punto, esta declaración establece las reglas de este juego, en el que el estado belga haría de "semáforo" y los recién llegados jugarían como aquellos que hacen lo que pueden para avanzar.

Pero un migrante no tiene opción de elegir si jugar a este juego: él o ella deben firmar la declaración o si no, él o ella no podrá obtener el permiso de residencia. En marzo de este año, el secretario de estado para la migración y el asilo publicó este proyecto de declaración en Twitter.

¿Luz roja? ¿Luz verde? La ley propuesta parece asumir que los migrantes son tramposos, incluso antes de empezar a jugar el "juego".

A parte del debate sobre la legitimidad de dicha declaración, su contenido es bastante inquietante. Los migrantes son estigmatizados, especialmente cuando hablamos de terrorismo e igualdad de género.

Es como si hubiera una presunción de que los migrantes pueden ser tramposos, incluso antes de empezar a jugar el "juego". El trabajo de preparación de la ley establece que esta declaración "constituye primero y sobre todo un mensaje de bienvenida para cualquier extranjero". Hay razones para estar confundido.

También es necesario llamar la atención sobre la declaración de la División Legislativa del Consejo de Estado (que, en cierto sentido, actúa como árbitro). En ella establece que el gobierno federal no puede ser el único que determine el contenido de la Declaración, ya que las entidades federales son las responsables de la recepción e integración de los migrantes.

En otras palabras, tanto el estado como las entidades federales deben trabajar unidas en la preparación de la declaración. Teniendo en cuenta lo diferentes que pueden ser las tendencias políticas entre el norte y el sur del país, esta no será una tarea fácil.

¡Intégrate o vete!

¡Pero, ahí no queda todo! El proyecto de ley estipula que la integración es ahora un requisito para obtener la residencia. ¿Qué siginifca esto? Que los migrantes no solo tienen que firmar la declaración, sino que tienen que hacer "razonables esfuerzos de integración" para tener el derecho a la residencia en Bélgica.

"1, 2, 3, ¡Intégrate!": durante los primeros cinco años de residencia, existe el riesgo de que la oficina de Extranjería considere -en cualquier momento- que el recién llegado no se ha esforzado lo suficiente para integrarse y le retire su permiso de residencia (o decida no renovarlo). En este juego, no es una cuestión de "no moverse", es cuestión de estar integrado.

La ley incluye varios criterios para verificar los esfuerzos de integración. Sin embargo, el margen de apreciación de la oficina de Extranjería es muy amplio y cabe el riesgo de que cualquier comportamiento que no sea "bien recibido" por parte de la administración dé lugar a la retirada del permiso de residencia.

Por ejemplo, sabemos lo difícil que es encontrar un trabajo para los recién llegados por la discriminación hacia ellos en el mercado de trabajo. ¿Considerará la administración que no ha encontrado trabajo porque no se han esforzado lo suficiente? Recuerda a la historia de la serpiente que se muerde la cola: a los migrantes no solo se les niega el trabajo, también se les culpa de no integrarse.

¿Un juego peligroso?

Uno puede temer que este nuevo criterio de integración es, de hecho, un nuevo "cajón de sastre" para obtener la residencia: cualquier individuo que no se "adapte al molde" será devuelto a su país de origen. Si este es el caso, será difícilmente compatible con las leyes europeas. Si Bélgica puede aceptar nuevas "medidas de integración", estas medidas deben interpretarse de forma restrictiva y deben limitarse a medidas claras e inequívocas.

La Liga de Derechos Humanos se pregunta si, en nombre de la integración, se pueden imponer indirectamente nuevos requisitos de residencia como tener un trabajo, saber un idioma o participar en la vida de la comunidad. Estas son preguntas esenciales. Si la respuesta es "sí", entonces el proyecto de ley, que pronto se promulgará, están en conflicto con la ley europea.

Los programas de recepción e integración ya están organizados por todo el país con la excepción de la zona germanoparlante. Estos programas son obligatorios en todas partes, excepto en Bruselas, aunque no pasará mucho tiempo hasta que también sean obligatorios allí.

Los migrantes en Bélgica serán forzados a esforzarse para integrarse pero, ¿es realmente necesario añadir la integración como requisito para la residencia? (Imagen: GUE/NGL)

En el caso de que los migrantes no participen en estos programas, pueden ser multados. ¿Es realmente necesario añadir la integración como requisito para la residencia? ¿Este requisito es proporcional al objetivo perseguido? ¿Contribuirá realmente a mejorar la integración de los recién llegados? ¿Implica un riesgo de que este requisito lleve a la exclusión de algunos migrantes y sus familias en vez de fomentar su integración tranquila en la sociedad?

"1, 2, 3, ¡Intégrate!": la comparación del proyecto de ley con el juego de niños ha alcanzado su límite, ya que estamos hablando de las vidas de familias enteras. Esta ley afecta en particular a la gente que solicita la reunificación familiar. Debido a los compromisos internacionales de Bélgica, los nacionales europeos y los refugiados (así como sus familias) están exentos.

En comparación con la cantidad total de recién llegados que entran en Bélgica, solo un pequeño porcentaje de personas se verá afectada por esta ley. Según el trabajo de preparación, se estima que 25.000 personas se vean afectadas. Si, sin embargo, miramos las estadísticas de la oficina de Extranjería del año 2015, estas cifras parecen infladas.

Uno puede preguntarse si esta ley es un montaje publicitario con un alto valor simbólico. Sin embargo, sigue siendo importante, que su aprobación pueda significar un claro riesgo de exclusión para los recién llegados.

Cooperación, no competición

Por encima de las cuestiones legales y el objetivo perseguido con esta ley, lo que debe ponerse en cuestión aquí es el mensaje que los políticos quieren enviar a los recién llegados. Los líderes políticos asumen que los recién llegados no quieren integrarse, aunque investigaciones sobre este tema muestran lo contrario. Todos coinciden en que la integración es esencial.

Si quieres integración, sin embargo, necesitas que ambas partes participen: no es posible entrar en una habitación cuando las puertas están cerradas con llave. Los Principios Básicos Comunes para la política de integración de inmigrantes en la Unión Europea dicen lo mismo:

"La integración es un proceso dinámico, en dos direcciones, de reconocimiento mutuo por parte de las poblaciones local e inmigrante." La integración a través de las amenazas y las sanciones es una ilusión.

Artículo de Sarah Ganty, de la Comisión de Extranjeros de la Liga Belga de Derechos Humanos, investigadora de Derecho en la Universidad Libre de Bruselas (ULB). El artículo se publicó en el periódico Libre Belgique el 29 de noviembre de 2016.

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