Se ha presentado una demanda para que el encargado de la investigación sea apartado del caso Mitko Yonkov después de que el agente profiriera comentarios racistas en presencia del abogado y la madre de la víctima.
Mitko Yonkov, un niño romaní de 17 años, fue atacado, golpeado y humillado a causa de su origen por de Angel Kaleev, quien grabó la agresión con su teléfono móvil y luego la subió a su cuenta de Facebook.
"Mango"
La demanda, que se presentó ante la Oficina del Fiscal del Distrito de Pazarjik, fue motivada por una pregunta que le hizo el agente de policía a Yonkov. En presencia de un abogado del Comité Helsinki de Bulgaria, así como de la madre de Yonkov, el agente Bliznakov le preguntó al niño si se identificaba a sí mismo como "búlgaro, ciudadano búlgaro o mango" (un modo peyorativo de llamar a los romaníes en Bulgaria).
El Comité Helsinki de Bulgaria (CHB) afirma que ese comentario viola la prohibición de discriminación recogida en el artículo 11 (1) del Código penal de Bulgaria así como el artículo 14 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. También cuestiona la imparcialidad del trabajo de Bliznakov en la instrucción previa al juicio, lo que sería motivo de recusación en virtud del artículo 29 (2) del Código de Procedimiento Penal.
Esta no es la primera vez que el CHB solicita una recusación debido a comentarios racistas durante la instrucción del juicio. En abril pasado, el médico forense asignado al caso dijo al representante del CHB que acompañaba a Yonkov: "el mango está bien, el mango no tiene nada. Solo está un poco pateado".
"Nos hemos acostumbrado a que las autoridades investigadoras ignoren los crímenes racistas y rechacen por lo general reconocerlos como tales. Las palabras del agente Bliznakov, sin embargo, van mucho más allá de esa desidia viciosa", afirma Margarita Ilieva, directora del Programa de Defensa Legal del CHB. "Al no procesar a los delincuentes, las autoridades están aprobando tácitamente los delitos racistas y eso es lo que lleva a agresiones como esta. Algunos de los agentes investigadores de Bulgaria, gracias que el Estado les protege, no encuentran ya limitaciones para mostrar abiertamente su racismo, incluso en presencia de un abogado de una organización de derechos humanos como el CHB. Esto revictimiza seriamente a la víctima, que –no lo olvidemos– es un niño y por tanto tres veces más vulnerable debido a que añade a ello su condición de miembro de una minoría y víctima de la violencia. La Fiscalía debería apartar inmediatamente al agente Bliznakov del caso".
El 16 de abril, el Tribunal de Distrito de Pazarjik concedió a Yonkov una orden de protección que prohíbe a su agresor acercarse, contactar con él o visitar su casa.