Con ocasión de la reunión anual de la Comisión de Estupefacientes, que se celebró en Viena a principios de este año, el blog en lengua rusa DUNews tuvo la oportunidad de participar en una visita guiada que muestra cómo los bomberos, la policía, los servicios de atención social y los hospitales de la capital austriaca trabajan coordinadamente para hacer frente a los problemas de drogas.
El Centro de Apoyo Integrado de Viena es un edificio de cinco pisos en el centro urbano que acoge cada día a 270 personas y en el que otras 535 intercambian diariamente diez mil jeringuillas.
Los usuarios pueden también consultar a hepatólogos, terapeutas respiratorios, ginecólogos, cardiólogos y psiquiatras (en Europa no hay narcólogos; son los psiquiatras los que realizan esas funciones). Tienen asimismo posibilidad de hablar con trabajadores sociales, ser atendidos por enfermeras especializadas en atención a usuarios de drogas, hacerse la prueba del VIH y la hepatitis, tomar una comida caliente, pasar una noche en una habitación cómoda, hacer la colada o leer libros. Por otra parte, los usuarios sin hogar pueden inscribirse en un programa que les ayuda a encontrar empleo y un alojamiento seguro de carácter temporal.
En Austria hay cerca de 29.000 drogodependientes y alrededor de 12.000 viven en Viena. En torno a un 40% de los drogodependientes de Austria usan drogas inyectables. Más de 6000 reciben terapia de sustitución de opiáceos y, de estos, unos 1000 superan los cincuenta años de edad. El usuario más antiguo de un programa de metadona tiene 82 años.
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