Un grupo de migrantes retenidos en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid realizaron, en la noche del 18 al 19 de octubre, un motín que duró un total de once horas. Los migrantes subieron a la azotea al grito de "¡libertad!". Estos centros son lugares en los que se priva de libertad a migrantes en situación irregular como forma de asegurar su expulsión, esto es, para dar cumplimiento a una sanción administrativa, no penal. Su mera existencia se considera una violación de derechos humanos y además se han denunciado los abusos y las malas condiciones de estos centros.