El 28 de julio se presentó en la Cámara de Diputados el nuevo informe anual de 2016 sobre el estado de las cárceles italianas elaborado por Associazione Antigone. Santi Consolo, el jefe del Departamento de Administración Penitenciaria, asistió a la presentación y a la rueda de prensa.

Patrizio Gonnella, presidente de Antigone señala especialmente el aumento de la población penitenciaria, que ha pasado de 52.754 internos el 30 de junio de 2015 a 54. en la misma fecha de 2016. No existe una explicación legislativa para este aumento, pues no ha habido ningún cambio significativo en el sistema judicial que justifique un cambio de este tipo.

1 de cada 3 en prisión preventiva

Esto se explica, sin embargo, al analizar los distintos tipos de presos. De los 54.072 internos, 18.908, o un 34.9% del total, están en prisión preventiva. Esto significa que más de un tercio de la población penitenciaria todavía está a la espera de juicio y, a no ser que se demuestre lo contrario, no son culpables de los supuestos delitos.

Las medidas preventivas se aplican sobre todo a migrantes, especialmente en la primera fase de un juicio: en la misma fecha de junio, la cifra de presos extranjeros se estimaba en un 18.166, o 33.5% de la población penitenciaria, en comparación con el 17,207 (32.6%) de junio de 2015.

El crecimiento de la población penitenciaria parece ser "el resultado del trabajo de la policía y del poder judicial, más proclive a recurrir a la prisión que en años previos. Parece que, dado que el hacinamiento en las cárceles es menos grave de lo que ha sido en otros momentos, ha bajado también el uso de medidas cautelares", dice Gonnella.

Mantener la fe

Otro de los resultados importantes del informe tiene que ver con la nacionalidad de los presos extranjeros: mientras que antes, la mayoría de los presos extranjeros solían ser rumanos, ahora la mayor parte (17%) son marroquís.

Finalmente, los datos sobre las creencias religiosas de la población penitenciaria: 29.658 son católicos, 6,138 musulmanes, 2,263 cristianos ortodoxos y menos de 300 practicantes de otras religiones. Santi Cosolo señaló en la rueda de prensa que estas cifras son particularmente significativas, pues es importante comprender los riesgos y las causas de la radicalización religiosa en las cárceles.

Cosolo también señaló que es necesario garantizar que todos puedan practicar su religión, para frenar la radicalización y proporcionar apoyo espiritual a todos los presos que lo requieran.

Nuestra propuesta

Poner fin a la aplicación de medidas cautelares como la prisión preventiva a favor de alternativas a la cárcel y la libertad condicional para quienes tengan derecho a ella fue el tema más discutido por Antigone durante la rueda de prensa.

Según los resultados del informe, hay 19.812 presos que deben cumplir una sentencia restante de tres o menos años y podrían optar a medidas alternativas. En términos porcentuales, el 56,2% de todos los delincuentes convictos tienen que cumplir una condena corta que podría ser fácilmente sustituible por una medida distinta a la prisión.

Las medidas alternativas a la prisión también son efectivas: según los datos de Antigone, solo el 0,79% de quienes pudieron acogerse a medidas alternativas a la cárcel en 2015 volvieron a cometer un delito cuando cumplieron su condena.

En este sentido, la Associazione Antigone lanzó la Campaña 20x20 que hace un llamamiento a la administración de prisiones para que para el año 2020 destine el 20% de sus recursos financieros a la implementación de medidas alternativas a la prisión.

La presentación del informe terminó con el lanzamiento de una nueva campaña por la reforma de la práctica de aislamiento, tanto disciplinaria como judicial, y con la presentación de un proyecto de ley que: solo requiera el uso del aislamiento en casos de extrema necesidad; limite el aislamiento judicial (o el impuesto a personas en situación preventiva, que actualmente no tienen un tiempo limitado, mientras que el aislamiento disciplinario está limitado a un máximo de 15 días) a 15 días; cambie la composición del comité disciplinario que determina el aislamiento; otras medidas en el campo del aisalmeinto.