Como señal de protesta ante el comportamiento de Egipto en la investigación sobre la muerte de Giulio Regeni, Italia llamó de regreso a su embajador en El Cairo, Maurizio Massari, El puesto ha permanecido vacío desde el 8 de abril de 2016.
El presidente honorario de Intersos, Nino Sergi, publicó el 16 de febrero una petición dirigida al primer ministro Paolo Gentiloni y al ministro de asuntos exteriores, pidiendo el regreso a Egipto del embajador en El Cairo.
Sergi sostiene que el regreso del embajador es una necesidad ahora, un año después de la trágica muerte de Giulio Regeni. Como la investigación avanza a trompicones, Sergi consideraba que la presencia diplomática de un embajador podía mejorar la eficacia de la misma y ayudar a encontrar a los responsables, así como mejorar el tenso contexto internacional mediante la reanudación de las relaciones italoegipcias.
Sigue sin haber justicia para Giulio Regeni
El estudiante de doctorado en Cambridge, de 28 años de edad, fue hallado muerto el 3 de febrero de 2016, en el borde de la carretera que une El Cairo con Alejandría. Su cuerpo mostraba claros signos de tortura, incluidos golpes, electrocuciones y mutilaciones, según expertos forenses y fiscales de Egipto.
Al principio, la policía egipcia sostuvo que había sido atropellado por un coche, para sostener después que había sido víctima de una banda de ladrones accidentalmente asesinada por la policía durante su detención. Aunque la policía, el ejército y los servicios de inteligencia egipcios negaron cualquier tipo de participación en la muerte y tortura de Regeni y prometieron su plena cooperación, los investigadores italianos en Egipto han tenido que deshacer capas enteras de pistas falsas e intentos de encubrir lo que realmente le pasó a Giulio Regeni: las imágenes de las cámaras de vigilancia de la ciudad habían desaparecido, los registros de llamadas telefónicas gozaban repentinamente de protección constitucional y los interrogratorios de testigos sólo pueden hacerse bajo vigilancia y supervisión egipcias.
Parece que los funcionarios egipcios esperaban que Italia y el mundo se iban a creer sus explicaciones sobre el caso Regeni, pero los signos evidentes de tortura en el cuerpo suscitaron alarma en Roma, así que, en vista del deficiente desempeño de la investigación, el gobierno italiano decidió retirar al embajador Massari como señal de protesta.
¿Un asesinato patrocinado por el Estado?
Los funcionarios italianos sospechan de la participación de agentes del Estado egipcio en el asesinato de Giulio. Reuters y The New York Times afirman que agentes de la policía egipcia recogieron a Regeni la noche del 25 de enero, cuando iba a una fiesta en casa de un amigo.
Al Jazeera confirma por su parte que Regeni estaba bajo vigilancia gubernamental, puesto que estaba realizando una investigación sobre los sindicatos egipcios y se le consideraba sospechoso de espionaje.
En La Repubblica, el periodista de investigación Carlo Bonini escribió: "Un año después, podemos decir más allá de toda duda razonable que la muerte de Regeni es un caso de asesinato patrocinado por el Estado".
El regreso significaría una claudicación
El regreso del embajador italiano a El Cairo podría significar un retorno a la normalidad y una señal de que los investigadores italianos están claudicando. En cierto sentido, sería una aprobación tácita de la versión egipcia sobre la muerte de Regeni y un anuncio silencioso de que Italia considera el caso de Regeni diplomática y judicialmente cerrado.
Por otra parte, puesto que Maurizio Massari es ahora representante permanente de Italia en Bruselas, no será él mismo el que regrese a El Cairo y la designación de un sucesor podrá interpretarse como un cierre definitivo del caso sin resolver de Regeni.
En lugar de retroceder, Italia podría y debería aumentar la presión sobre Egipto y sobre sus servicios policiales y de inteligencia para resolver el asesinato de Regeni. No descansaremos hasta que obtengamos paz y justicia para Giulio.
